Bueno, parece que voy a tener que dedicarme a las apuestas NBA porque casi hago pleno. En general me he llevado un poco de decepción con el fin de semana, a pesar de que la jornada de domingo no estuvo mal, con muchos records.
He de decir, que el concurso de mates marca para mí, en gran medida, el éxito del All Star y este año desde luego creo que la han cagado con el formato. Pero no me enrollo más y voy por partes:
Rising Stars Challenge
Acierto en la victoria del Team Hill. De las pocas veces que me aburro con uno de estos partidos. La desgana general fue excesiva. Jugadores andando y presión defensiva inexistente que tampoco daba lugar a muchas jugadas espectaculares. Sólo el duelo entre Tim Hardaway Jr. y Dion Waiters puso algo de color a un partido dominado por la intensidad de Andre Drummond.
Skills Challenge
Acierto. Aquí tuve algo de suerte, y todo se decidió por 1 décima de segundo. Creo que el año que viene deberían introducir cambios al circuito.
3-Point Contest
Acierto. Fue un concurso bastante mediocre en el que sólo se salvó el desempate final y los 24 puntos de Belinelli. La verdad es que recuerdo pocos concursos de triples espectaculares. Quizá deberían tirar a la vez en la final.
Slam Dunk
Acierto. Aquí me llevé un chasco. John Wall ganó, sí, pero sólo hizo 3 mates! Lo que faltaba en este concurso eran jugadores de primera fila, no un ridículo calentamiento entre ambas conferencias. ¿Qué más me da East vs. West? Esto es un concurso individual y todos coincidimos en que podía haber dado mucho más de sí. ¿En qué estaba pensando la organización? Una final a 3 entre George, Wall y Mclemore hubiera sido lo suyo. El mate ganador de John Wall es uno de los 27 mates jamás realizados en un concurso de mates de la NBA
All Star Game
Acierto en la victoria del Este. Pese a las lesiones generales, fue un partido repleto de records: triples individuales, triples intentados, puntuación combinada al descanso y en el partido, etc. pero no sé...me faltó algo. Ni siquiera los mates de Griffin lograron anestesiarme. Lebron no estuvo a la altura y sólo destacó en los contraataques, mientras que Durant demostró que, aunque abusando de los tiros, es un pistolero de primera. Los bases en general fueron los que sacaron adelante el espectáculo y Kyrie Irving se paseó a sus anchas demostrando que tiene el mejor manejo de balón de la liga (con permiso de Chris Paul).
Prometo (con los dedos cruzados) no volver a hacerme ilusiones...
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